¿Abogangster o aboganso?

Por: Cecilia O’Neill de la Fuente, Jefa del Departamento Académico de Derecho de la Universidad del Pacífico

Se dice que sólo hay dos tipos de abogados: “abogangster” o “aboganso”. El primero tiene “éxito” asegurado. El segundo es un fracasado por quedar “fuera del sistema”. Bajo esta disyuntiva, la falta de ética parece ser una ventaja competitiva.

Esa idea está condenada a desaparecer. Algunas Facultades de Derecho estamos convencidas de que hay una tercera alternativa, que promovemos no sólo por ser moralmente correcta, sino además porque el mercado está exigiendo y reconociendo abogados formados en valores.

 

Las gerencias legales están cambiando ante la necesidad de implementar programas centrados en códigos de conducta. No basta con abogados eficientes y efectivos, sino que deben hacer de las buenas prácticas su forma de ejercer la profesión. Un abogado no sólo debe elaborar correctamente un contrato o plantear una estrategia de defensa inteligente, sino que debe abstenerse de intermediar acciones de corrupción, debe deslindar adecuadamente los conflictos de intereses, debe ser transparente en la evaluación de los casos y en el cálculo de honorarios, y sabe que deberse a su cliente es no cruzar límites.

Beatriz Boza viene empujando la iniciativa de sustituir el equivocado e inaplicable Código de Ética del Colegio de Abogados de Lima por el Código de Buenas Prácticas del Abogado. El rol de las empresas en esta iniciativa es notable y es señal de que hace falta reclutar abogados no sólo técnicos sino con altos estándares de conducta.

La contribución de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico será que los temas de responsabilidad profesional no se aborden en un solo curso de manera aislada, sino de forma transversal: cada profesor planteará en clase uno o más dilemas éticos, de modo que los alumnos interioricen que pensar como abogado supone tomar decisiones en valores.

 

* El presente artículo ha sido previamente publicado en el Diario Gestión el 16 de marzo de 2011

2 Responses to ¿Abogangster o aboganso?

  1. cesar says:

    El Código de Ética me parece una buena idea, pero creo que su impacto será limitado en el tiempo si es que no se cambia realmente el marco institucional del país en el caso del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Ministerio Público, etc.
    Garret Hardin (el autor de la tragedia de los comunes) decía que la sociedad no puede confiar a la moral o las buenas intenciones erl bienestar social (si fuera así, no existiría la tragedia de los comunes). Yo agregaría que ello es así cuando se habla de sociedades con mucha población donde el castigo por efecto reputacional no es fácilmente observable.
    Por ello, creo que lo deben hacer las facultades de Derecho es crear una corriente de opinión para cambiar el marco institucional del sistema de justicia. Mientras ello no ocurra, todo lo demás tendrá efectos no perdurables en el tiempo o con un impacto muy reducido. Espero equivocarme.

    • Cecilia O'Neill says:

      Hola César, en eso estamos. Ese es el compromiso de la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico. Precisamente hoy iniciamos un taller con todos nuestros profesores para implementar la enseñanza de las Buenas Prácticas de Abogado (que van más allá de meras buenas intenciones) en cada uno de los cursos de la currícula. Después de seis años de carrera, algo tiene que quedar en los futuros abogados de la UP.
      Saludos y gracias por tomarte un tiempo en comentar este tema.
      Cecilia

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